Adiós Manoplas, Benjamin Chaud
"Hay que reconocer que como compañero de juegos es una nulidad. No sabe jugar futbol, ni pelear, ni distigue un vaquero de un indio... además es un bobo", eso es lo que piensa nuestro protagonista, el público no está de acuerdo. Sarita se deleita en los gestos de cada uno de los personajes, gestos que transmiten la emoción del momento.
Juandiego está atento a la cuerdita roja, sí la cuerdita roja que ha salido del sueter del niño, por allí debe estar Manoplas... la ilustración deja pistas; el niño -el protagonista- está desesperado, Manoplas se ha perdido en el bosque, a pesar de los múltiples llamado el conejito "bobo" no aparece. Juandiego recuerda bien el final de la historia y asegura que "él si dejaría a ese conejo solo en medio del bosque", para luego soltar un carcajada. Últimamente, para sorpresa de todos, deja saber sus comentarios y además imita a los personajes. Se divierte con la historia de la noche y nos divierte al mismo tiempo.
El libro de Benjamín Chaud es atractivo, la variedad de ilustraciones, la decisión del pequeño... las orejas de Manoplas conmueven al lector, los niños se identifican con el niño o con el conejo, sonríen. Es una historia donde la amistad triunfa después de todo. A los buenos amigos hay que quererlos tal y como son. Sarita agradece la relectura de Adiós Manoplas, Juandiego se despide con otra mueca. Me lanzan un beso desde la distancia, see you tomorrow my dear. Hasta mañana mis amores...
Nuestro Autor: Benjamin Chaud
Autor e ilustrador francés, en el libro encontramos algo de su información: "A Benjamín Chaud le encantan los bosques de coníferas de los Altos Alpes, donde pasó su infancia. Tras perder toda esperanza de dedicarse a la alta competinción de esquí, ingresó a la Escuela de Arte de Estrasburgo de la que es licenciado".
Fuente:
Editorial Kokinos
Benjamin Chaud Facebook
Revista Babar
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